La extracción con alcohol desbloquea más compuestos de la planta (solubles tanto en agua como en grasa) en comparación con el agua, lo que conduce a una gama más amplia de bioactivos en el suplemento, aumentando sus beneficios potenciales.

Los extractos líquidos son absorbidos más rápidamente por el cuerpo que los sólidos. Esto significa que los componentes beneficiosos de los hongos y hierbas pueden comenzar a hacer efecto antes, proporcionando un alivio o beneficios más rápidos.

Las técnicas de doble extracción concentran los compuestos activos, lo que significa que los usuarios pueden lograr los efectos deseados con dosis más pequeñas en comparación con el consumo de grandes cantidades de polvos o tabletas.

Los extractos a base de alcohol pueden incorporarse fácilmente en diversos líquidos, como agua, té o batidos, lo que permite métodos de consumo flexibles adaptados a las preferencias y estilos de vida individuales.

Los extractos líquidos pueden filtrarse más a fondo que los polvos, reduciendo el riesgo de contaminantes y asegurando un producto más puro.

La forma líquida permite un control preciso sobre la dosificación, que puede ajustarse según las necesidades y respuestas individuales, algo que es más difícil con tabletas o cápsulas premedidas.